Criar um livro que não lê mas vê.
Sempre que inicio um livro de artista começo questionando esse termo. Na minha concepção de desse tipo de obra, o termo adequado seria LIVRARTE. Livre, livro, livrar, voar na arte. Este pequeno "livrarte" surgiu da ideia de voo. Não um voo qualquer, mas aquele voo que sonha. Aquele voo que um dia acontece, mesmo que seja numa outra forma. Quem mais representa isto do que uma borboleta, o símbolo da renovação, ou do renascimento? Livre para escolher a forma, veio a angústia de formatar leveza e liberdade atreladas a um livro. Encontrei do formato pop up a solução apropriada para voar. Foi um voo incerto, tímido, ainda preso a um fita, mas voei com a persistência do "gusano" dessa lenda belíssima que compartilho com vocês.

"LA FUERZA DE LOS
SUEÑOS"
Había una vez un gusano que se había enamorado
de una flor. Era por supuesto, un amor imposible, pero el
animalito no quería seducirla ni hacerla su pareja. Ni siquiera quería hablarle de
amor. Él solamente soñaba con llegar hasta ella, y darle un beso. Un solo beso.
Cada día, y cada tarde, el gusano miraba a su
amada, cada vez más alta, cada vez más lejos. Cada noche soñaba que,
finalmente, llegaba a ella y la besaba. Un día, el animalito decidió que no podía seguir
soñando cada noche con la flor y no hacer nada para cumplir su sueño. Así que,
valientemente, avisó a sus amigos, los escarabajos, las hormigas y las
lombrices, que treparía por el tallo para besar a la flor.
Todos coincidieron en que estaba loco, y la mayoría
intentó disuadirlo, pero no hizo caso. El gusano llegó arrastrándose hasta la
base del tallo y comenzó la escalada. Trepó toda la mañana y toda la tarde, pero cuando
el sol se ocultó, sus músculos estaban exhaustos.
- “Pasaré la noche agarrado del tallo, y mañana seguiré
subiendo. Estoy más cerca que ayer”, pensó, aunque sólo había avanzado diez
centímetros y la flor estaba a más de un metro y medio de altura. Sin embargo, lo peor fue que, mientras el gusano
dormía, su cuerpo viscoso y húmedo resbaló por el tallo, y por la mañana el
gusano amaneció donde había comenzado un día antes.
Miró hacia arriba y pensó que debía redoblar los
esfuerzos durante el día y aferrarse mejor durante la noche. De nada sirvieron
las buenas intenciones. Cada día, el gusano trepaba, y cada noche, resbalaba
otra vez hasta el piso. Sin embargo, cada noche, mientras descendía sin
saberlo, seguía soñando con un beso deseado.
Sus amigos le pidieron que renunciara a su sueño, o
que soñara otra cosa, pero el gusano sostuvo, con razón, que no podía cambiar
lo que soñaba cuando dormía, y que si renunciaba a sus sueños, dejaría de ser
quien era.
Todo siguió igual durante días, hasta que una noche
que el gusano soñó tan intensamente con su flor, que sus sueños se
transformaron en alas… y a la mañana el gusano despertó mariposa, desplegó las
alas, voló a la flor… y la besó...
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Meu primeiro voo
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